Gran decepción para una película que prometía mucho (o al menos eso creía yo) y se ha quedado en unas cuantas pinceladas.

Su Director Duncan Jones, hijo del cantante David Bowie, y que triunfó en este pasado festival de Sitges, me ha dejado con buena impresión por su trabajo, con ganas de más (por contarme tan poco) y con la ilusión de que su próxima película sea mejor.
De acuerdo con que es una peli de bajo presupuesto (no es tan bajo) pero cierto es que la película tiene cosas muy buenas. La banda sonora encaja a la perfección y hay momentos en los que recuerdas escenas de REQUIEM FOR A DREAM (el compositor es el mismo).
Sabe transmitir la angustia y desatino que siente el protagonista, brillantemente interpretado por Sam Rockwell.
De acuerdo con que es una peli de bajo presupuesto (no es tan bajo) pero cierto es que la película tiene cosas muy buenas. La banda sonora encaja a la perfección y hay momentos en los que recuerdas escenas de REQUIEM FOR A DREAM (el compositor es el mismo).
Sabe transmitir la angustia y desatino que siente el protagonista, brillantemente interpretado por Sam Rockwell.

Lo malo es que no parece conducir a nada (y así es), y además a mitad de la película intuyes fácilmente que está pasando y como terminará la película, lo cual es bastante decepcionante.
Pese a todo verla es necesario, para demostrar la magia del cine y las consecuencias de no concretar bien una posible buena historia.
Por cierto, el robot es cojonudo, creo que tanto él como una escena, son la clave de su triunfo en sitges.
Pese a todo verla es necesario, para demostrar la magia del cine y las consecuencias de no concretar bien una posible buena historia.
Por cierto, el robot es cojonudo, creo que tanto él como una escena, son la clave de su triunfo en sitges.
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