Mi envidia sana comenzó el día que entré por primera vez en un sex-shop. Un paraíso para un niño salidito de 16 años, con acné y un pito desbocado. Pero cual no fue mi sorpresa, que al entrar yo espera ver… no sé… otra cosa. Pero me encontré con un muestrario de pollas de poni, de distintos tamaños, ¡distintas inclinaciones! Yo pensaba que todas eran como la mía, pero no, unas miraban a la meca, otras miraban a utrera, otras miraban al cielo… tenían vida propia algunas de ellas, algunas vibraban, se retorcían, incluso escupían…
Y claro, yo, deseando comprar algo, me dije… ¿Y qué diablos me puedo comprar?
Porque claro, pelis porno tenía en casa y siempre había algún amigote interesado en cambiármela por una de las mías. ¿Barajas de cartas con tías en pelotas?... por favor eso se lo compraba a los negritos en la playa, era fácil de conseguir. Revistas, buah eso era peligroso, mi madre la encontraría si o si… y por último la muñeca hinchable que olía a flotador, se hinchaba igual que un flotador, el tacto era exactamente el mismo que el de un flotador pero… MAGIA! No es un flotador! Eso decía el de la tienda claro, que quería que me comprase una, y yo la verdad, no me terminaba de ver metiendo mi cosa en un hueco precintado que tenía más pinta de hacerme daño que de darme placer, la verdad.
Desde ese día supe y entendí, que los sex-shop eran más para chicas que para chicos… (Sin mencionar los TAPPERSEX que eso era algo totalmente desconocido en aquellos tiempos)... Pero mi suerte ha cambiado al igual que la de todos los hombres. Ha nacido LA VAGINA EN LATA!!!!
Sinceramente, también me pensaría dos veces usar una cosa de estas pero al menos la cosa empieza a avanzar… quien sabe… la verdad y eso es más que notable, es su rotundo exito al menos en internet y como sé que por aquí hay más de un curioso y curiosilla aquí teneis el enlace a la web oficial.Si alguien lo usa y resulta que al final está hasta guay y todo ¡coño que me avise!
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